"Debo confesarte que tengo miedo, que esto para mi no es
fácil. Antes de ti también vivía, y puedo asegurarte que me mataron muchas
veces. Ha costado volver a estar aquí, en pie y con las manos abiertas. ¿Puedes
ver las cicatrices? Son mis trofeos. El verdadero honor de ganar las batallas
es aprender a sanar las heridas.
¿Cómo te lo explico? Esto es difícil para mí. ¿Sabes? Cuando
volvía a casa, después del último combate, donde quede completamente exhausta,
donde mi corazón sangro por meses, ya sabes… después de morir y revivir, me
paré frente al destino, lo mire a los ojos, y me arrodillé ante la grandeza del
universo: “Deseo amar. Amar a un compañero. Amar alguien que desee caminar al mi
lado, sin abandonar su ruta. Amar a alguien a quien admire mientras despliega
sus alas. Amar a alguien que brille por si mismo. Deseo amar a alguien
Universo, amar a alguien que me ame del mismo modo”:-
Me costó formular bien mi pedido, debí pensarlo y crearlo
con el corazón… antes quería querer a una persona; ahora solo deseo amar a una
persona. Y no es lo mismo, verás, querer es como pedir un juguete para Navidad,
satisfacer un par de gustos, poder lucirlo frente a los demás, emplearlo cuando
lo necesite, y si el aburrimiento asoma o algo nuevo deslumbra, al baúl de
madera celeste que esta en el rincón de la habitación, donde se llenara de
telarañas con el resto de los juegos.
Amar es distinto, amar es admirar día a día, en los buenos y
en los malos momentos, sin tiempos, ni pausas.
Lo deseaba cada noche, cerraba los ojos y pedía al Universo,
o a Dios, y a todas las divinidades juntas a la vez, que esa persona
apareciera, pedía poder tener las alarmas del alma atentas para poder
reconocerlo entre la gente.
Y así fue como un día apareciste, y no me preguntes cómo, ni
por qué… pero el destino me indico que tú eras.
Y por eso me es difícil, porque logré verte enseguida. El
Universo ya me había contado sobre ti, mi corazón te reconoció. Eso explica
porque me trababa al hablarte, el sudor frío de mis manos, la imposibilidad de
sostener mi mirada, porqué estaba tan nerviosa las primeras veces, es que no
quería arruinar nada. Estaba maravillada con tu persona, sabía que ibas a ser
perfecto, pero lo has superado todo.
Tengo que confesarte, además, que no soy como las demás.
Solo entiendo de querer a una sola persona por vez, y que me ha pasado muy
pocas veces en la vida. Y si hoy estoy aquí parada frente a ti, mostrándote mi
lado oscuro -eso que para mi es mi manual de instrucciones-, es porque deseo
que entiendas que no eres alguien mas. Eres
“La Persona”. No se querer a medias tintas, no entiendo eso de esperar, nunca
comprendí a quienes entregan el amor con un gotero, que dicen dosificarlo para
no sufrir ni espantar. No entiendo nada de eso, yo solo puedo amar. Y amar es
entregarlo todo, una y otra vez, en cada acción, en cada gesto, en cada
palabra. El amor no se escatima para no agotarlo, porque brota desde adentro,
es una fuente ilimitada.
Yo no se querer de otra manera, así es como amo, así es como
soy, mi único miedo en este preciso instante es que mis palabras sean ruidosas
para ti, mi temor es que no estemos en la misma frecuencia.
Confío plenamente en el trabajo que ha realizado el destino,
pero debo preguntártelo de todas maneras, si tu intención solo es quererme
algunos días, si para ti “te extraño” es una muletilla, si ya has decidido tomarte
el próximo tren, por favor te pido que me lo digas… estoy dispuesta a darte
todo lo que soy, claro, pero esta vez no voy a apelar al conformismo ordinario,
esta vez no quiero “esperar a ver qué sucede”, esta vez voy a proteger mi
templo. Entonces bien, después de todas estas palabras que ni siquiera se a
dónde me llevan, ¿qué planes tienes para mi?, el mío –por lo pronto-, si
decides quedarte, es amarte a cada instante hasta lograr descifrar el misterio
que traes contigo."